
Oh Smile
Se dice que un niño sonríe al rededor de trescientas veces a lo largo del día. Cuando llegamos a la edad adulta, la cantidad de sonrisas que generamos disminuye. A menudo, los adultos necesitamos una buena excusa para originar el que posiblemente sea el gesto más instintivo del ser humano. Y, sin embargo, es muy fácil. Una mirada sencilla y un gesto amable basta para embellecer el día de otra persona e incluso cambiar tu propia apariencia.
El proyecto “Oh Smile” presenta una serie de lienzos donde la belleza de la apariencia humana tiene el papel protagonista. El artista Joji Nakamura (Chiba, Japón, 1974) adopta la técnica del grupo japonés Gutai, aplicando la pintura en tonos pastel con sus propios dedos. Como resultado, los lienzos que conforman la exposición presentan unos perfiles desdibujados que se acercan a la abstracción. Sin embargo, unos minúsculos ojos colocados en el centro de la imagen rompen la abstracción y dan sentido a las formas. Así, Nakamura conforma retratos anónimos que miran de frente al espectador, haciéndole partícipe de la propia obra.
El artista se inspira en escenas cotidianas y momentos alegres de su día a día para crear sus obras. Los encuentros en bares con sus amigos, donde la gente baila y sonríe, son los contextos en los que nace su admiración por la alegría de la gente y el valor de las sonrisas.
Nakamura pretende facilitar la expansión de la imagen del espectador a través de la mirada activa de sus personajes. Así, la persona que mira el cuadro no es solo quien observa, sino alguien que está siendo observado/a. De esa manera, el/la espectador/a puede tomar consciencia de sí mismo/a y decidir cómo responder a esa mirada. La forma en la que observamos a los/las demás, así como la manera en la que respondemos a las miradas ajenas, puede condicionar la entera concepción de nuestro entorno.
Las obras de Joji Nakamura te miran y te sonríen. La sinceridad con la que lo hacen despierta una emoción positiva en aquel/la que está siendo observado por ellas. La técnica de pintar con los dedos humaniza sus pinturas y enfatiza la inocencia que expresan los pequeños ojos de sus personajes.
Ahora, te invito a terminar este texto y simplemente colocarte delante de una de estas pinturas. Fíjate bien, no seas tímido. Alguien te está mirando… Sonríe.
Belén Martínez

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